¡Cuánto se necesitaba un debut así! Después de todo lo sucedido, aparecía por primera vez en la cancha Queso y Dulce para jugar ante El Niupy, una división de Mármol, el equipo que goleó al Violeta en su última presentación y desencadenó los hechos posteriores. Todos estos jugadores habían sido parte de aquella derrota pittaluguense. Para hacer más especial este partido, Queso y Dulce salió a la cancha vistiendo la eterna casaca Violeta, ya que las nuevas aún no habían llegado. Además de la vestimenta, también continua faltando el séptimo jugador, lugar que este domingo fue ocupado por Gustavo Burtaccio. Por todo esto, una victoria convincente le permitía despedir con honores a la gloriosa Violeta, lavar la imágen de aquella derrota del verano y comenzar con todo la nueva etapa. Y vaya si lo logró, ganando claramente por 8-5.
Para ganar, volvió la vieja formación pittaluguense, con el Ogro Ferrentino ubicado como delantero junto a Camblor y la dupla de siempre en el fondo formada por Acebey y Pepe Otero. Los primeros minutos fueron todos del rival, que entró más despierto y llegó con claridad al arco del Pastor Aleidín, que ya de entrada comenzaba a construír su gran actuación. Sin embargo, el gol rival llegó por una desatención en el fondo de Acebey, quien perdió la pelota, quedando el delantero rival mano a mano para poner el 1-0. Acá comenzaron a notarse los primeros cambios del equipo: no hubo bajón anímico y Acebey siguió metido en el partido, tal es así que el sería el encargado de marcar el empate a través de un potente y raso tiro libre. Luego, Otero casi convierte un gol enorme, pero el palo le dijo no al remate desde lejos. Tras el empate, saldría desgarrado el (improvisado) arquero rival y lo reemplazaría el DT. Unos minutos después, Otero vio la azul por doble amonestación y Acebey debió salir por un golpe. Juan Pablo Pacheco y Burtaccio debieron pararse en la defensa y tuvieron un par de minutos para acomodarse, en los cuales el rival aprovechó para ponerse 2-1 y fue por más, pero Camblor despejando un tiro sobre la línea, y el Pastor Aleidín tapando en dos ocasiones un penal (debió patearse de nuevo por invasión) le negaron la extensión de la ventaja. Al instante, el Ogro Ferrentino apareció y puso el 2-2 tras un enorme pase de Pacheco, quien comenzaba a mostrar un nivel cada vez mejor. Habría tiempo para el 3-2, de la mano de una gran corrida de Camblor que terminaría con un violento remate al primer palo.
En el segundo tiempo, todo fue de Queso y Dulce: Acebey y Pacheco formaron una dupla enorme en defensa, Ferrentino se hizo eje en el ataque y Camblor aprovechaba su velocidad para salir de contra. Así, llegaron dos goles del Ogro y otros dos de Camblor para poner las cosas 7-2 y sellar la historia. Luego, el cansancio y la distancia en el resultado desembocaron en una levantada del rival, quien se acercó hasta el 7-5, pero la última palabra ya estaba dicha. Para decorar el marcador, Burtaccio anotaría tras un pase de Camblor, sentenciando la historia. Otro cambio notorio: al equipo no le pesó la responsabilidad de ser el favorito y no dejo pasar la inmejorable chance de ganar que tenía tras la lesión del arquero rival. Otra virtud notable fue el hecho de no regalar TC por acumulación de faltas: en ambos tiempos se llegó hasta la quinta y luego no hubo más faltas.
Ojo que, como dice el título, esto no es todo lo que se puede dar. Falta rodaje y la llegada del séptimo jugador, lo que terminará de mostrar la verdadera cara de Queso y Dulce. Tras esta victoria, entonces, ilusiones sobran.
En la Fecha 2 el rival será Brisas de Liniers, a las 15.00 hs.
LA GLORI"A" ETERNA
Hace 11 meses
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