LA ULTIMA FUNCION

Después de un semestre que había empezado muy movido, 4 meses después del momento en que estuvo a punto de desarmarse, este equipo se encontraba con la chance de jugar un ascenso. Tras un partido de ida jugado de gran manera, empatando 5-5, las expectativas eran altas y no era una locura verse ganador. Sin embargo, el final sería el mismo de siempre: derrota fea y eliminación. Pero además, significó el final de una etapa que arrancó hace más de 3 años y aguantó inclusive los vaivenes de este año, pero que ya se sabía que estaba cerca de terminarse.

El partido tuvo muy poco de interesante, ya que Queso y Dulce no hizo nada de lo bueno que había hecho la semana pasada para llevarse un empate 5-5 que bien podría haber sido una victoria. De esta manera, ante un rival inspiradísimo como lo fue "Los Huevos de Dios", el trámite fue muy difícil prácticamente desde el inicio. Con poca claridad de los delanteros para crear peligro, y problemas en la defensa para salir desde abajo, el partido estuvo marcado por los errores del Violeta, que le entregó en bandeja varios de los goles, que fueron bien definidos por el rival, el cual no perdonó nunca. A medida que pasaban los minutos y los goles en contra, empezó a construírse el clima de despedida, quizá de la peor manera, con un equipo abatido, quebrado y goleado adentro de la cancha. Llegó el final (10-0 para LHDD) y la despedida en silencio, recibiendo 10 goles como cuando llegó a Centenera en 2007, pero sin el mismo entusiasmo. Ahora, la mayoría seguirá pisando Centenera, pero cada uno con su equipo y su objetivo.

Más allá del final, personalmente dejo un enrome agradecimiento para todos los que siguieron peleándola en estos 5 torneos y que siempre trataron de seguir adelante con el equipo: Alexis, Fede, Fefo, Germán. Esta vez no se pudo, ya era inevitable, pero seguramente sea para mejor.